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domingo, 11 de agosto de 2013

Capitulo.25

Capitulo.25


A la mañana siguiente, todo amaneció muy extraño. Por no decir de que Daniela despertó dormida en la bañera, que eso de por sí ya era raro. Erika se levantó preocupada, por todo un poco, Zaida aun dormía, así pues las dos amigas que ya están despiertas bajaron al comedor del hotel para desayunar algo, aunque su apetito no iba muy allá.

En el comedor:

Erika y Daniela tomaban su desayuno en silencio, hasta que una de las dos decide romperlo.

Erika: Zaida me dijo que llamásemos a la estación para apartarle el billete, para volver…

Daniela la mira seria.

Daniela: ¿y ya has llamado?

Erika: No, tenía pensado llamar ahora.

Daniela: Pues no llames.

Erika: ¿¡QUE!? ¿¡COMO QUE NO LLAME?! ~Pregunta un poco más alto de lo normal.

Daniela: Que se vaya con los chicos, de todas formas ella puede aplazar los exámenes en cambió nosotras no…

Erika: No sé yo, no creo que le parezca buena idea.

Daniela: Es que no le tiene que parecer, se va y punto.

Erika: Te noto rara, ¿te paso algo ayer?

Daniela: Nada importante, solamente que me rompieron el corazón.

Erika iba a pregúntale algo más, pero Dani, Álvaro, David y Blas se sentaron en la misma mesa a desayunar todos juntos.

Todos se miran callados, contemplándose cada uno.

Álvaro: ¿Y nuestra Zaida donde os la veis dejado? ~Dándose cuenta de que ella no estaba.

Erika: Seguía dormida la última vez que la hemos visto.

Daniela: A vosotros os falta Carlitos… ¿Dónde está?

Blas: Carlos hace como una hora que ha desayunado ha sido el primero. Es un glotón ~Bromea.

Zaida pasa por delante la puerta de delante del comedor, ve a todos allí, muy felices y unidos. Ella no tiene ganas de estar en compañía de nadie. Así que sigue caminando hacia delante sin rumbo.

Dani: ¿Habéis visto? Era Zaida, ¿Por qué no ha entrado a desayunar? ~Pregunta interesado.

Las dos chicas se miran a la vez y se encojen de hombros.

Al cabo de unos minutos de silencio les contaron a los chicos lo que tenían pensado hacerle a Zaida, y a ella aparte de parecerles una gran idea les hizo mucha gracia.

                           *** *** ***

Zaida sale a la entrada del hotel se apoya  uno de sus costados en una de las columnas, está cansada, lo que es curioso porque de todos ha sido la que más ha dormido. Pero aun así, lo está, no está cansada físicamente sino de otra forma, vosotros seguro que me entendéis, cansada de luchar contra la vida.

Cierra los ojos, en ese día, corre un poco de viento, este le agita un par de mechones, es una sensación relajante, muy buena si quieres evadirte un rato de todo, para sentir que nada existe, que no existes.

Alguien le susurra al odio, “Que sola te aquí”. Ella gira un poco la cabeza para ver el rostro del que ha pronunciado esas palabras.

Zaida: ¿Qué haces aquí Carlos?, no estoy de humor para aguantarte ahora. ~Responde seca.

Carlos: Pues ayer bien que me aguantaste.

Zaida se cruza de brazos.

Zaida: ¿Qué quieres?

Carlos: Hablar sobre lo de anoche.

Zaida: Pues mira, cuando acabéis estos conciertos que tenéis que dar, coges me vas a buscar a Madrid y hablamos, pero por lo menos hoy y ahora va a ser que no, porque primero, no tengo ganas de hablar ni contigo ni con nadie y segundo, así me demuestras si al menos te importo aunque sea algo.

Carlos: ¿Esto que es una venganza? ~Le pregunta mirándola a los ojos.

Zaida: Tómatelo como quieras Carlos… ~Un silencio se hizo entre ellos~. Me puedes dejar sola.

Carlos no dice nada, hace lo que ella le pide, la deja como tal y como se la había encontrado, sola.

                           *** *** ***

Llego la hora de la despedida, el momento que todas temían, todos están ya fuera del hotel.

Zaida: Erika dame el billete del autobús.

Erika: No lo he sacado. ~Responde normal.

Zaida: Venga se acabó la broma, dame el billete.

Erika y Daniela niegan con la cabeza.

Los chicos están apoyados en la furgoneta, bueno no todos, Carlos ya está sentado dentro, Zaida los mira y después vuelve la vista a sus amigas ellas le hacen una señal con los ojos hacia la furgo, al instante Zaida entiende lo que quieren decir.

Zaida: ¡No, no y no! Me niego en rotundo.

2 comentarios:

  1. podría estar mejor pero no pasa nada igual me encanta la novela enhorabuena por escribir así

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