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martes, 26 de agosto de 2014

Capitulo.79

Capitulo.79

Después de tomar unos de los mejores capuchinos de Barcelona, 
Dani le propone a Zaida ir a ver el puerto. Entonces ella recuerda el sueño. Y se niega en rotundo, le dice que prefiere cualquier otro sitio.

Deciden pasear por el centro hasta la hora de comer.

Zaida: Creo que ya va siendo hora de volver.

Dani: De eso nada.

Zaida: ¿Perdona? ~Lo mira con el ceño fruncido.

Dani: Tenemos que ir a comer

Zaida: Alex debe de estar esperando…

Dani: Pues que espero un poco más, que yo te he estado esperando por meses. ~La agarra de la mano.

Entran en un restaurante no muy lejano.

Dani comió bastante pero en cambio Zaida no llego a comer ni la mitad de lo que tenía en el plato y de eso se dio cuenta él.

Zaida: Ahora si ¿Ya nos podemos regresar?

Dani: Aun nos queda una parada.

Zaida: ¿Ahora dónde quieres ir?

Dani: Al parque del laberinto de Horta.

Zaida: Es bien, pero después directos a casa.

Dani asiente contento.

                      *** *** ***

Nada más entrar en el Parque, te enamoras de él.

Es como el típico lugar de cuento, con magia y misterio.

Después de admirar toda la belleza de los jardines y demás.

Deciden acercase a lo más conocido del parque, el laberinto, formado por 750 metros de cipreses recortados.

En la entrada hay un relieve en mármol de Ariadna y Teseo, cuando ella le da un ovillo de lana a él para que no se pierda.

Dani: Me apuesto lo que sea que no eres capaz de llegar al centro del laberinto ~La reta.

Zaida: Pues claro que puedo y en menos tiempo que tú.

Dani ríe.

Dani: No sueñes tanto.

Zaida: No sueño es la verdad.

Dani: Acabaras perdiéndote y llamándome para que te encuentre.

Zaida: Eso no pasara.

Dani: Muy bien lo que tú digas. Elige la entradas que quieras y yo elegiré la opuesta.

Zaida: Vale.

Dani: Te esperare junto a la estatua de Eros ~Guiñándole un ojo, mientras caminaba para entrar por la otra entrada.

Zaida después de mucho pensarlo por fin entra, va acariciando las paredes de ciprés, gira en una esquina, se siente tan insegura en aquel laberinto, que su seguridad en cada giro que da disminuye un poco más.

Tras dar varias vueltas, sin encontrar el centro, decide mirar la hora, ya que el sol está a punto de ponerse. Llevaba como una hora y media dando vueltas.

Comenzó a ponerse nerviosa.

El sol estaba a punto de ponerse, se iba a hacer de noche.

No le quedaba otra que comenzar a llamar a Dani.

Comenzó a nombrar su nombre. Y cada vez que lo nombraba subía un poco más el tono, hasta llegar a gritarlo con toda su voz.

Ya había anochecido.

Estaba todo tan oscuro, empezaba a oír los sonidos de emitían los animales de la noche.

El miedo empezaba a apoderarse de ella.

No veía mucho, lo poco que la luz de la luna le permitía ver.

Y entonces sintió un aire cálido en la nuca, su cuerpo se paralizo.

No quería ver que era. Cerro los ojos con fuerza, rezaba que si iba a morir allí que fuese una muerte corta y rápida. Pero entonces sintió como unas manos la agarraban y la giraban.

Abrió un poco los labios.

Y se encontró con el rostro de un ángel que le sonreía.

Su ángel.

Ese por el que mentiría, engañaría, mataría, incluso huiría para que él no fuese dañado.

Sus ojos, a la luz de la luna eran aún más increíbles. Como si a través de ellos pudiese ver su alma.

Cautivada por la mirada de su ángel, él a corto distancia y la besa.

Un beso único, un beso mágico. Digno de un lugar como aquel.

Al terminar el beso ella no pudo evitar morderse el labio, se había quedado con ganas de más, con ganas de él.

Dani la agarro de la mano y la guio por aquel laberinto y en pocos minutos había llegado al centro.

Dani: ¿Quieres escuchar el mito del minotauro? ~Mientras ve que 
Zaida observa la estatua de Eros.

Ella asiente.

Dani: Su nombre significa “Toro de Minos”, y era hijo de Pasífae y el Toro de Creta. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo. Por muchos años, hombres y mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó a manos del héroe Teseo.

Se quedaron en silencio. Aún estaban agarrados de la mano. Dani estaba mirando el cielo cuando sintió que Zaida le apretaba un poco la mano, la miro con el ceño fruncido ya que no entendía que quería.

Entonces ella repitió lo que el había hecho anteriormente.

Lo beso. Lo beso como únicamente se le puede besar al verdadero amor, sintiendo el beso desde el corazón.

Él puso sus manos en la cintura de ella, y Zaida rodeaba el cuello de él.

Al terminar el beso ella le mordió el labio inferior a él.

Zaida: Mi rubio tonto… ~Le susurró al oído.

Dani sabía lo que significaba ese comentario, lo había conseguido, había logrado romper la barrera de su cabezonería.

Dani: Mañana tenemos que vernos, en el hotel.

Zaida sonríe y asiente como una tonta.

Zaida: Mañana.


Dani la abraza como ese deseo que en apenas segundos se espuma.

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lunes, 25 de agosto de 2014

Capitulo.78

Capitulo.78

En el baño se enjuago las manos y se mojó con ellas un poco la nuca.

Esa estúpida cena acabaría con ella.

Cuando regreso a la mesa, pensó que se estaba volviendo loca, pues lo que estaba viendo no era normal, pensó que sus ojos debían de estar engañándola ya que no era posible que todos estuviesen riendo a carcajada limpia.

Eso no era bueno. Nada bueno.

Se sentó en su silla.

Y todos la miraron sonriente.

Zaida: ¿Que-ee pasa? ~Pregunto entre cortado.

Alex: Nada, solo que me estaban contando algunas anécdotas.

Zaida: Si ~Sonriendo forzadamente~, hay algunas que son muy divertidas.

Todos en la mesa que quedaron callados.

Hasta que Alex rompió el silencio.

Alex: Mi cielo, ¿tu podrías mañana enseñarle la ciudad a Dani?

Zaida: ¿Para qué? ~Pregunto sin pensar.

Alex: Bueno es que dice que no conoce casi nada de aquí y le gustaría conocer más.

Ella mira instantáneamente a Dani con cara de sorprendida.

“WTF!! Dani se conoce como la palma de su mano esto, será mentiroso” ~Pensó Zaida.

Zaida: Claro…

Alex: Pues no se hable más, ya tienes guía Dani.

Dani se limitó a sonreír.

                      *** *** ***

Andaban mirando el puerto, era precioso, bueno todo lo que había allí.

Zaida lo miro, sus ojos azules como el mar.

“El sí que es hermoso” ~Pensó.

Dani: Escapémonos.

Zaida: ¿Qué? ~Pregunto.

Dani: Vente conmigo ~Con una de sus bellas sonrisas.

Zaida no puso resistirse más y lo beso.

Dani: ¿Eso es un sí?

Zaida sonrió y asintió.

Él la abrazo fuerte y comenzó a dar vueltas con ella abrazada.

X: ¡Por encima de mi cadáver te la tendrás que llevar!

Dani se detiene y pone a Zaida detrás de él para protegerla.

Zaida: ¿Qué haces con esa pistola Alex? ~Pregunto asustada.

Alex: No pienso dejar que te vayas, teníamos un trato. ~Agarrando con fuerza el arma mientras apuntaba hacia Dani.

Dani: Al que ama es a mí, no puedes obligarla, mientras yo viva siempre me preferirá a mí.

Alex: Tu mismo lo has dicho, mientras vivas.

Aprieta el gatillo.

Zaida intenta apartar a Dani, pero la bala es más rápida que ella, siempre son más rápidas.

Dani cae al suelo.

Zaida se agacha y la abraza, y le acaricia la cara.

Zaida: No puedes morirte, aguanta. ~Mientras le presiona la herida.

La bala le había dado varios centímetros más abajo del corazón.

Eso era una suerte.

Pero estaba sangrando demasiado. Estaba muy pálido.

Dani: Solo recuerda que siempre te amare mi vida, todo lo que he hecho 
ha sido por ti, para recuperarte.

Zaida lo besa mientras sus lágrimas corren por su mejilla.

Después del beso todo se vuelve confuso y negro.

Zaida se despierta de golpe con la respiración agitada y con lágrimas.

Un sueño. Todo había sido un sueño.

Mira por unos segundos a Alex.

“¿Sería capaz de matar a alguien?” ~Se pregunta de él.

No quiere pensar más en eso, se levanta de la cama y baja a la cocina.

Es muy temprano y los empleados aun duerme, pero eso a ella le da igual. Tiene manos y sabe servirse solita el desayuno.

Tampoco es gran cosa lo que toma, un simple Cola Cao.

Se sienta en uno de los sofás que hay cerca del comedor.

Y empieza a tomar su desayuno sin pensar en nada.

Ve como la cocinera entra en la cocina para prepararle el desayuno a Alex. Y como el mayordomo comienza a abrir todas las ventanas para que entre la brisa mañanera. Y también ve a Alex bajar por las escaleras.

Siente como todos sus músculos se ponen tensos.

Él se acerca a ella y le da un beso de buenos días.

Alex: Que madrugadora. ~Mientras sonríe~, ¿has dormido bien?

Zaida: No demasiado.

Alex: ¿Y eso?

Zaida: He tenido una pesadilla… ~Agacha la cabeza.

Alex: Bueno, no olvides que las pesadillas son sueños de las cosas a las que tenemos miedo.

Zaida: Lo sé ~Mientras asiente.

Alex se sienta en la mesa del comedor para desayunar.

“Pero hay pesadillas que pueden llegar a hacer realidad” ~Piensa 
con miedo.

                        *** *** ***

Ya era la hora. Estaba en el sitio acordado. Pero Dani no estaba, llegaba tarde…

Zaida se encontraba en la plaza Cataluña, el lugar más céntrico de Barcelona.

Y el rubito por fin apareció.

Dani: Buenos días

Zaida: Los serán para ti…

Dani: Vaya, ¿Y ese humor?

Zaida: Acabemos con esto cuanto antes, ¿Dónde quieres ir?

Dani: Ya sabes que no conozco Barcelona, me que guiar tu ~Guiñándole un ojo.

Ella no dijo nada, se limitó a caminar entre la gente.

Dani la seguía.

Y comenzaron a dar un paseo por La Rambla.

Dani: Sabes mi zona favorita es la de las flores y la de los capuchinos.

Zaida: No que no conocías Barcelona ~Irónica.

Dani: Eres una pésima guía. ¿Lo sabias? ~Bromeo.

Al pasar por la Rambla de las flores, Dani se detiene a admirar todos los puestos de flores y plantas capaces de iluminar el más oscuro de los días.

Y después de mucho mirar, parece que encontró lo que buscaba.

Zaida estaba mirando uno de los puestos cuando Dani la sorprendió.

Dani: Para ti. ~Sosteniendo en su mano una hermosa rosa.

Ella no se lo espera, el detalle le gusto.

Zaida: ¡Oh! Gracias ~Oliendo la rosa~, Pero no quiero que hagas nada de esto.

Dani: No puedes prohibírmelo ~Encogiéndose de hombros~, Lo hago porque yo quiero.

Zaida: Dani…

Dani: Sabes que, me apetece tomar algo.

La coge de la mano y la lleva hasta la rambla del centro.

Allí se detienen en un bar-café.

Para tomar uno de los mejores capuchinos.

Dani se acerca a la barra para pedir.

Zaida mientras piensa, piensa en la mano de Dani y la suya agarradas, el tacto de su piel, su olor…


Todo tan… Adictivo y perfecto.

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lunes, 18 de agosto de 2014

Capitulo.77

Capitulo.77

Zaida cuando llego a su casa, lo único que quería hacer era meterse en la cama e intentar de esa tarde y ese encuentro tan horrible que había tenido con Dani.
   
            *** *** ***

A la mañana siguiente aun que no estaba de humor si cuerpo le pedía correr, por lo que supo un par de pantalones deportivos y una camiseta cualquiera. Y salió sigilosamente.

Cuando por fin estaba fuera de la casa comenzó a correr despacio, pero cada metro que recorría el cuerpo le pedía ir a más velocidad. Y la verdad es que cada vez que subía la velocidad se sentía mejor. Era placentero, una forma de desahogo.

Estuvo corriendo hasta que sus piernas ya no aguantaron más.

Cuando volvió a la casa, Alex ya estaba desayunando en el comedor.

Alex: Buenos días ~La saludo con su típica sonrisa.

Zaida lo miro de refilón.

Alex: ¿Has desayunado? ~Le pregunto mientras se metía un trozo de la tostada que estaba tomando.

Zaida negó con la cabeza.

Alex se puso serio.

Alex: Tienes que comer, me han dicho que apenas comer y eso no me está gustando nada.

Zaida: No tengo ganas de hablar.

Alex: ¿Te pasa algo?

Zaida lo miro a los ojos.

Zaida: Nada.

Alex: ¿Qué tal lo pasasteis en el concierto? Ana dice que os lo pasasteis genial, incluso me dijo que conocías a algunos de los componentes del grupo, creo que los voy a invitar a cenar o algo así… ¿Te apetece?

Zaida: Ella se lo paso genial y para nada me apetece…

Alex negó con la cabeza.

Alex: Hoy estas insoportable.

Zaida hizo oídos sordos y subió a su habitación.

             *** *** ***

Dani: Tengo que saber dónde anda…

Álvaro: ¿De que estas hablando ahora?

Carlos: Pues de quien va a ser…

Blas: ¿Zaida?

David: ¡BINGO!

Álvaro: Yo creo que lo mejor sería que la olvidases.

Dani: Olvida tu a Silvia, no te jode…

Blas: No os alteréis.

Álvaro: Yo solo digo que quizás ella no quiera saber nada más…

Dani niega con la cabeza.

Dani: Ella no se ha olvidado de lo nuestro, no se ha olvidado de mí, lo vi en sus ojos.

David: Estas pa´lla ~Señalando con su mano la cabeza a modo de que estaba volviéndose loco.

Blas: Esta enamorado…

Dani: Nunca me imaginé querer tanto a alguien, vosotros deberíais de entenderme, poneros en mi lugar, si a vosotros os pasara, ¿os daríais por vencido? Porque yo no. Mi madre de pequeño me decía que persiguiese eso que me hiciese feliz y os confieso que mi felicidad esta junto a ella. La quiero a ella y a nadie más. Que junto a ella la vida tiene sentido. Por lo que no pienso rendirme, con o sin vuestro apoyo.

Carlos: hombre… Visto de esa manera…

David: Cuenta conmigo. ~Dándole un abrazo.

Seguido de David fue Blas.

Carlos: Haremos lo que sea necesario para ayudarte.

Todos se giraron para mirar a Álvaro que estaba callado.

Álvaro sonríe.

Álvaro: Lo hermanos estamos para ayudarnos

Y los 5 amigos se dan un gran abrazo en grupo.

              *** *** ***

Esa misma noche.

Zaida: Te dije que no me apetecía. ~No muy contenta.

Alex: Son amigos tuyos, no sé por qué no quieres cenar con ellos.

Zaida: Son cosas mías…

Alex: Anda seguro que la pasas bien ~Mientras le da un beso~, 
además que quiero conocerlos.

Zaida le saco la lengua.

Zaida: Tú y tu manía de querer conocer a todo el mundo.

              *** *** ***

Todos los invitados se sentaron a la mesa y después ellos.

Iba a ser una cena entretenida.

Eso estaba claro.

Antes de comenzar a conservar pidieron la cena después de eso, comenzaron los tirones.

David: Alejandro ¿Cómo os conocisteis Zaida y tú? ~Pregunto muy sonriente, se estaba divirtiendo.

Alex: Pues la verdad es que por decirlo de alguna manera nos presentó mi hermana.

Carlos: ¿Y lleváis mucho juntos? Porque la verdad que nosotros no la vemos desde hace unos  meses. ~Otro tirón más.

Estaban empezando a sacar a Zaida de sus casillas con tantas preguntita tonta, sabía lo que estaban haciendo.

Alex: La verdad es que ya llevamos un par de meses, y muy felices ¿verdad mi cielo?

Zaida: Si ~Con una sonrisa nerviosa.

Alex: Es la esposa que cualquier hombre quiere tener.

Toda la mesa se quedó muda.

Disimuladamente los cuatro amigos incluso Zaida miraron a Dani, el cual estaba serio y se podría decir que se había quedado un 
poco pálido.

Hasta que por fin reacciono.

Dani: No dudo que es una chica especial…

Alex: Vosotros sois tan afortunados por dedicaros a la música ¿no?

Dani: ¿Afortunado? Por tener el trabajo que soñé, por tener un hogar donde crecer, un hogar que me inculco como base la educación, unos padres que para mí son mis ganas de seguir. Por encontrar y tener unos amigos que sin ser de mi sangre me demuestran que son parte de mí y que estarán hay por qué ante todo ven que este que canta junto a ellos por el mundo. Si llamemos lo así, soy afortunado, pero no del todo.

Alex: ¿Y qué más puede pedir alguien que tiene todo eso? ~Muy intrigado.

Dani: El amor, ese amor que un día se te escapo.

Alex asintió al estar por completo de acuerdo con él.

Zaida: Me vais a disculpar pero tengo que ir al servicio. ~Levantándose rápida para poder escapar de aquella mesa.

viernes, 1 de agosto de 2014

Capitulo.76

Zaida caminaba por el recinto en el cual sería en concierto sujetando de la mano a la niña a la que acompañaba. Cada paso que daba sentía que se moría.

La niña se llamaba Ana. Y le conto que tenía pases para ver a los chicos antes y después del concierto desde hace meses.

“Esto va de mal en peor” ~Pensó Zaida.

Zaida trago saliva y asintió.

Zaida: Pues vamos.

Fueron hacia donde estaba uno de los guardias de seguridad, Zaida estuvo hablando con él y le enseño los pases. Este las llevo detrás del escenario para después entrar por un pasillo larguísimo. Caminaron durante un par de minutos hasta que el 
guardia se detuvo.

Guardia: Esperad aquí un momento ~Dijo con un tono autoritario que daba un poco de miedo.

Entro en una de las puertas y en menos de treinta segundos ya estaba fuera.

Y el maleducado se fue sin decir nada.

Ana: ¿Qué pasa?  ~Pregunto a Zaida nerviosa.

Zaida: Habrá que esperar.

Tras decir eso, la puerta por que hace nada había salido el guardia se abrió por un Blas muy sonriente.

Blas: ¿Dónde está esa niña guapa que viene a vernos? ~Mirando a Ana.

No se había fijado en ella, pero cuando desvió la vista y la miro se quedó como si hubiera visto un fantasma.

Dani: ¡Oye trae a la nena que nosotros también queremos conocerla! ~Se escuchó decir desde dentro de la habitación.

Blas: Yo… Tu… ~No sabía que decir~, Me llevo a la niña dentro, espera aquí.

Ana entro con él y Blas cerró la puerta.

Zaida suspiro profundamente.

La puerta se volvió abrir.

El corazón se le paro. Cerró los ojos por si era Dani, tenía miedo, estaba avergonzada, estaba… muchas cosas a la vez.

X: ¿Cómo se te ocurre venir aquí? ~Dijo una voz masculina casi en un susurro~, Él lo ha pasado muy mal y ahora te presentas aquí…

Esa voz, tan dulce y sensata. Álvaro.

Ella abrió los ojos. Tuvo que contenerse para no llorar.

Zaida: He tenido que venir porque no me quedaba otra, no estoy aquí por gusto ~Le respondió con la voz temblorosa~, Sé todo el daño que he hecho, por eso me merezco sentir este corazón dolorido todos los días por haber dejado a lo que más quería… 
~Rompió a llorar.

Álvaro no pudo evitarlo y la abrazo.

Álvaro: Sera mejor que vayamos a otro lado.

Fueron a una de las habitaciones que estaba al lado.

Era una sala con dos sofás, una mesita en el centro.

Y otra mesa justo al otro lado de la sala llena de comida y bebidas.

Se sentaron.

Álvaro: Ya esta no llores… ~Dándole un pañuelo.

Zaida se calmó un poco.

Álvaro: Dime, ¿porque te has casado?

Zaida: No tenía nada, ni a nadie… Y la verdad es que él es bueno, me cuida y me quiere.

Álvaro: ¿Pero casarte? Es muy precipitado.

Zaida: Lo sé, pero… no sabía que hacer… Estaba confundida… Me sentía como una niña pequeña.

Álvaro suspiro.

Álvaro: ¿Y ahora que pretendes hacer?

Zaida: No quiero que sepa que estoy aquí, no quiero que me vea… no quiero por favor. ~Le suplico.

Álvaro: Haremos todo lo posible para que no sepa que estas aquí. ~Dándole un beso en la frente como un hermano mayor a su hermana 
pequeña.

Zaida: Gracias de verdad.

Álvaro: Tengo que volver, luego te veo.

Zaida asintió.

               *** *** ***

El concierto comenzaba, ellas estaban en primera fila, está claro que la suerte y el destino estaban en contra de Zaida.

Comenzaron cantando Breathe your fire, seguido de Heartbreaker y Somebody loves you.

La verdad es que casi se le había olvidado lo bien que sonaban, eran únicos.

Por el momento Dani no había visto a Zaida.

Entonces llego Sentado en el banco.

Dani: Si las tardes en el parque del barrio las hubiéramos pasado estudiando en lugar de tu foto en un marco hoy tendría yo aquí un Novel en cualquier campo

A Zaida se le llenaron los ojos de lágrimas.

Dani dio un par de paso hacia tras en el escenario

Álvaro: Y es que fuimos como dos astronautas si nos entraba la risa todo el mundo nos miraba, vaya si lo recuerdo, tú me decías al oído, “no escuches los raros son ellos”, los raros son ellos… ohh

Dani volvió hacia el micro y desvió su vista hasta las chicas que estaban con pancartas y demás.

Carlos: No imaginabas que soñaba en secreto que te comía la sonrisa a besos, por eso aquella tarde fría de enero me quise morir…

Y entonces la vio, esa melena rubia que tanto le gustaba, esa cara dulce, esos ojos de los que se había enamorado desde bien pequeño.

Los demás siguieron cantando pero se dieron cuenta de que Dani se había quedado como shock.

Sabían lo que eso significaba, la había visto.

Dani volvió a cantar pero esta vez sin quitarle la vista de encima a Zaida.

La canción llegaba, Zaida sentía como le costaba respirar, el pecho le pesaba, necesitaba salir de allí.

Le dijo a Ana que iba al servicio que enseguida volvía. La chica sonrió muy contenta.

Zaida comenzó a escabullirse entre las gente lo más rápido que se lo permitían, Dani se dio cuenta, se estaba yendo por segunda vez de su vida, intento bajar del escenario pero no le dejaron, el concierto debía continuar.

Cuando por fin entro en el baño, se sentó en la tapa del váter e intento relajarse para poder conseguir respirar bien. Le costó un poco pero consiguió que su respiración se regulase. 

Miro la hora y se dio cuenta de que había pasado casi 45 minutos allí metida, Ana estaría preguntándose donde se había metido, se levantó, le dio un mareo y tuvo que mantener el equilibrio 
apoyándose en una de las paredes, en unos segundos se le paso.

                *** *** ***

El concierto había acabado.

Dani estaba fuera de sus cabales.

Dani: ¡La he visto! ¡Y ella a mí también!

Carlos: Cálmate.

Dani: No puedo calmarme, ella está aquí en Barcelona.

David y Blas se miraron en plan nosotros ya lo sabíamos.

Álvaro: Lo mejor es que te calmes, ya sabes que ahora va a venir Ana.

Blas: Si la niñita de antes.

              *** *** ***

David fue a por Ana y Zaida, bueno mejor dicho a por Ana solo, Zaida decidió hacer tiempo para no tenerse que encontrar con Dani así que daría un par de vueltas por allí.

             *** *** ***

Después de estar un ratito con Ana, Dani necesitaba dar una vuelta, despejarse no podía estar más entre esas cuatro paredes, necesitaba moverse, por lo que le dijo a sus compañeros que daría una vuelta por allí y le extraño que ellos no estuviesen de acuerdo. Pero a él le dio igual.

Empezó a caminar sin rumbo por los pasillos, que estaban un poco ajetreados con limpiadoras, técnicos de sonidos que iban de un lado para el otro recogiendo sus cosas. Saludo a cada uno de ellos.

Siguió andando, la verdad es que un par de metros más allá el pasillo estaba casi solitario, casi, porque había una chica.

Una chica que a Dani no le sonaba que fuese del equipo.

No visualizaba su cara por lo que decidió andar un poco más para ver quién era.

Dio 5 pasos y ya estaba enfrente de ella.

Se quedó serio. La miraba. Ninguno de los dos decía nada.

Dani: ¿No piensas decir nada? ¿Siquiera saludar?

Zaida no sabía que decir. Su mirada la había absorbido por completo.


Dani: Cambiaste de número y todo para que no te encontrara, pero ya ves, aquí estas, viniste tu…

Zaida: Tire el móvil por la ventana ~Le aclaro~, Y no estoy aquí 
por gusto.

Dani: ¿Entonces porque has venido?

Zaida: Eso a ti no te interesa. ~Frunciendo el ceño.

Dani se tensó.

Dani: Claro que me interesa, quiero saber el motivo por el que estas aquí ya que no soy yo.

Zaida: Me pidieron el favor de que acompañara a una niña y no me pude negar.

Dani: Vaya, vaya… Pues darles las gracias de mi parte a la persona que te haya pedido el favor porque gracias a ella, por fin te encontré.

Zaida: Te has vuelto un poco borde ¿no?

Dani: Se me volvió amargo el amor…

Zaida comenzó a andar. Y Dani a su lado.

Zaida: Pues échale azúcar que tampoco esta tan cara.

Dani: ¿Por qué te fuiste? No logro entenderlo… ~Agarrando del brazo para que deje de andar.

Zaida: No lo sé… ~Agachando la cabeza.

Esa respuesta a Dani debió de sentarle como una patada en sus partes por que empezó a enfadarse.

Dani: ¡QUE NO LO SABES! JAJAJA NO TE CREO.

Zaida: Pues no lo hagas…

Dani: ¿Ya me olvidaste? ~Sujetando la cabeza de ella por la barbilla para que lo mirase a los ojos.

Zaida: ¡Suéltame o grito!

Dani: Tú no estás aquí por casualidad y lo sabes, si el destino no ha vuelto a juntar lo ahora otra vez ~Soltándola de su agarre.


Zaida negó con la cabeza. Y reanudo su camino para ir a por Ana y poder volver a casa.