No podía ser. No, no y no.
Salió corriendo de allí.
Si se había ido, iba a encontrarlo.
*** *** ***
Fue a hablar con Álvaro.
Se sorprendió mucho al verla y mucho
más al ver que estaba en pijama.
Álvaro: ¿Ocurre algo? ~Pregunto con el
ceño fruncido.
Zaida: ¿Dónde está Dani? ~No se ando
con rodeo.
Álvaro: Estará en su casa…
Zaida: La casa está vacía, no hay nada
ni muebles ni nada…
Álvaro: ¿Se está mudando? Qué raro si
no nos ha comentado nada.
Zaida: ¿De verdad no sabes nada?
Álvaro: No, la verdad.
Zaida: Bueno gracias de todas formas.
~Se despidió dándole dos besos.
Salió de la casa de Álvaro.
Le parecía muy raro que Álvaro no
supiese nada. Llamo a los demás.
Pero ninguno le sabía nada. Que coincidencia,
ninguno sabía nada.
Lo más seguro es que no quisieran
contarle nada.
Opto por irse a casa al menos para
cambiarse de ropa, no iba a estar todo el día en pijama, que la gente ya la
estaba empezando a mirar raro.
Al entrar por la puerta por su casa,
sintió como si volviese al pasado.
Todos los recuerdos se golpeaban unos
con otros en su mente por ser el primero. Recuerdos con su madre, la primera
pijamada con las chicas, esas noches en velas por tener que estudiar… Pero
sobretodo había uno de ellos que era tan inmemorial que le encantaría volver
aquel preciso instante.
<<Flash back>>
Había vuelto de estudiar con las
chicas, había discutido con Erika, pero para colmo las demás se habían puesto
de su parte. No se lo podía creer, sabiendo que ella era la que tenía la razón.
Beatriz: ¿Y esa cara? ~Dijo mientras
observaba la cara de su iba que acababa de entrar.
Zaida: pfff… ~Se limitó a decir.
Beatriz: Mejor no pregunto.
Zaida: Exacto. ~Mientras se dejaba caer
en el sofá.
Se estiro un poco para coger de la
mesilla que tenían al lado del sofá su mp4 y cascos.
Lo encendió. Y puso la música a todo
volumen.
Comenzó a sonar 1900.
Hacía ya un par de meses que los chicos
habían sacado el disco. Esa misma cantidad de meses que no veía a Dani.
Entre que ella vivía ahora en Madrid y
que Dani ahora lo único que hacía era viajar y viajar, no se veían nunca.
Cerró los ojos y sin saber por qué
comenzó a sonreír.
Sentía como si la voz de Dani en la
canción sobre sonase más que la de los demás. Lo echaba tanto de menos.
Abrió los ojos.
Seria cosa de su imaginación o que se
estaba volviendo loca. Pero junto a ella estaba sentado él, le había quitado
uno de los cascos y estaba susurrando la canción.
Lo miraba sin pestañear, parecía tan
real.
Entonces el pronuncio aquellas
palabras.
Dani: Estoy aquí pequeña. ~Dándole un
beso en la mejilla~, Te quiero.
Y no sabe por qué pero hubiera
preferido que ese beso no fuese en la mejilla.
<Fin del flash back>
Lo quería desde mucho antes y ella sin
darse cuenta.
Se dirigió hacia su habitación con las
lágrimas en los ojos, estaba claro que no podía quedarse allí. Se cambió y con
las mismas que había entrado, se fue.
No sabía hacia dónde ir, no quería ni
hablar ni ver a nadie, por lo que camino
durante varias horas sin rumbo por las calles de Madrid.
Las cuales la
mortificaban con más recuerdos.
Se le ocurrió la idea de que si se
estaba mudando quizás hubiera vuelto a Ciudad Real. Podría llamar a su madre,
pero que decirle, no, no era buena idea.
Cuando ya era lo suficiente de noche
volvió al piso, al de Dani.
Encendió la luz del salón.
Ningún cambio.
Se sentó junto a lo único que había en
la habitación.
Una caja.
Tras varios minutos preguntándose qué
habría dentro de ella, le entro la curiosidad por lo que no pudo aguantar las
ganas de abrirla.
Maldito su error.
Esa caja era una bomba para su corazón.
No le extrañaba nada que Dani la hubiese
dejado allí.
Era lo mejor.
Meter en una caja todos y cada uno de
los recuerdos más bonitos y a ahora dolorosos, cerrarlos fuertemente y dejarlos
abandonados sin volver la vista a otras.
En el interior de esa caja había tantas
cosas.
Fotos de ellos, desde que eran pequeños
hasta la actualidad. Regalos que se habían hecho. Incluso estaba el chupete que
él le quitaba siempre cuando eran pequeños.
Viendo esa caja se dio cuenta de lo
mucho que él la amaba.
Ella no se lo merecía. Y se merecía
todo ese dolor que estaba pasando, porque él lo había pasado el doble y el
triple con las cosas que ella le había hecho. Pero aun así no podía evitar ser
egoísta y querer que él olvidase todo lo pasado y le permitiese demostrarle lo
mucho que lo ama.
Observo un sobre, en el dorso ponía,
para Zaida.
Una carta que nunca recibió.
La abrió y saco el papel que contenía.
Reconoció la letra enseguida, era de
Dani.
Texto de la carta:
Ya
sabes que desde el primer día que nos conocimos, nos llevamos bien. Han ido
pasando los días y días y te iba cogiendo más cariño, te ibas metiendo de pleno
en mi vida. Cada “te quiero”, “fea” han valido más de lo que a veces te he
llegado a decir… Me has hecho sonreír hasta en los peores momentos. Tampoco
olvido esas conversaciones únicas que hacían que el tiempo volara, y bueno se
agradece. Con el tiempo me has ido demostrando como eres y ese corazón tan
grande que tienes, que la verdad, me puede. Ahora me encuentro en un punto
extraño, en el que sin ti no puedo estar… Todo lo veo diferente, ahora necesito
cada día tu sonrisa, tus abrazos, tu
olor incluso tus tonterías. Has ido ganándome con cada pequeño detalle… Sé que
ahora no es el momento, ni soy la persona, sé que tú ves una simple amistad en
todo esto… Pero yo no puedo. Pienso que en el lado de “amigos” ya lo hemos
hecho todo. Este tiempo he estado luchando contra mí, sabía que esto iba a
pasar, sabía que no me iba a gustar lo que hay pero no puedo perderte. Digas lo que digas no puedo. Que pocas cosas
tengo claras en esta mierda de vida y una de esas, es que te quiero, pero que
te quiero de verdad. Con todo esto no intento que te sientas mal, solo quitarme
un peso de encima, porque no se… Ya llevo un tiempo así. Son incontables las
tardes que me he pasado pensando en ti, pensando en que decirte al día
siguiente... Incontables son las noches que me he acostado pensando en ti en tu
sonrisa y en la conversación que habíamos tenido ese mismo día… Simplemente sé
que no soy la persona, ni ahora ni en un tiempo… Que siempre te pediré perdón,
por todo esto, que si no hubiera pasado esto de quererte hasta este punto
habría sido la amistad más bonita que haya podido tener.
Y
desde mi punto de vista, lo he jodido. Solo quería decirte esto, lo siento si
con esto te hago sentir mal o lo cambio todo, no es mi intención.
Te quiero, Dani.