Al llegar a la casa Zaida no pudo
evitar sentirse culpable.
Que mierda estaba haciendo con su vida.
Estaba haciendo daño a dos hombres maravillosos, y que ella ni merecía, pero lo
peor de todo es que los quería a ambos.
Y al final, tendría que elegir a uno.
*** *** ***
Por la mañana Zaida y Alex estuvieron
hablando divertidos hasta que llegó la hora de la comida en la cual Zaida se
negó a comer.
Eso no le sentó nada bien a Alex.
Alex: ¡SE ACABO! ¡NO PERMITO QUE SIGAS
CON ESTO! ¡HASTA QUE NO EMPIECES A COMER EN CONDICIONES NO SALDRAS DE ESTA
CASA! ~Le dijo furioso.
Zaida: ¿¡QUIEN TE CREES MI PADRES?!
¡COMO LO QUE QUIERO Y CUANDO QUIERO!
Alex: ¡No te das cuenta de que estas
jugando con tu salud!
Zaida: ¡De salud estoy perfectamente!
¿¡O NO LO VES! ~Muy histérica por todo ese maldito tema de la comida que ya la
estaba hartando.
Alex: ¡CLARO QUE LO VEO! ~Poniéndose
enfrente de ella~, ¡ESTAS MUY DELGADA A DIFERENCIA DE COMO TE CONOCI!
Zaida se giró para salir al jardín
cuando Alex la cogió del brazo.
Alex: ¿Dónde vas?
Zaida: Al jardín ¡Suéltame!
Alex: Te he dicho que no vas a salir,
hasta que comas.
Zaida rio irónicamente.
Zaida: ¿Piensas encerrarme aquí? Pues
que sepas que voy a salir, para ser exacta esta tarde que he quedado. ~Con una
sonrisa a modo de burla.
Alex: Con que esas tenemos.
Alex no soltó a Zaida del brazo, todo
lo contrario en vez de eso la cogió en brazo, subió con ella en brazos
bofeteándolo e insultándolo de todas las maneras posibles. Al llegar a su
dormitorio la dejo sobre la cama.
Alex: Ya te lo he dicho de aquí no
saldrás. ~Tras decir eso salió de la habitación y cerró la puerta con llave.
Zaida se levantó y comenzó a intentar
abrir la puerta, pero al cabo de unos minutos se rindió.
“Esto no se lo pienso perdonar en la
vida” ~Pensó mientras abría las puertas de la terraza.
Comenzó a observar el jardín desde
allí, el cielo azul. Tan azul como los ojos de…
“¡MIERDA!” ~Pensó.
Se había olvidado por completo que
había quedado con Dani.
¿Pero cómo iba a salir de allí si la
puerta estaba cerrada?
Se giró y comenzó a observar la fachada
de la casa. Tan enorme.
La verdad es que era una casa con muchas habitaciones y
tantísimas ventanas y balcones.
De repente se le ocurrió una idea.
Peligrosa pero ya le daba igual.
Se cambió de ropa y volvió al balcón.
Espero a que ninguno de los empleados estuviese en el jardín para empezar con
su plan.
Se agarró a la barandilla de piedra del
balcón, primero puso un pie y después el otro. Ya estaba al otro lado de esta.
Procuro no mirar a bajo. El otro balcón no estaba lejos, solo a un par de
metros, pero para llegar a él tendría que andar por un saliente de la casa por
el cual apenas le cabía el pie. Mantuvo la respiración mientras pasaba por el
hasta que por fin tenía la barandilla del otro balcón a unos centímetros,
alargo la mano para agarrarse a él, pero al hacer eso perdió el equilibrio
obligándola a saltar al balcón para no caerse.
Ni ella misma sabia como lo había
conseguido pero estaba re colgando de aquella maldita barandilla, con un poco
de esfuerzo logro subir y con misma acción que al principio entro al balcón.
Le dolían las piernas, seguro que tenía
algunos raspones ya que en los brazos tenía varios.
Por suerte las puertas estaban abiertas
del balcón y no tuvo que romper ningún cristal.
Antes de entrar le echo un vistazo al
jardín por si alguien la había visto, gracias a dios nadie.
Vio a Alex como se montaba en su caro
coche.
Perfecto. Así podría salir sin ningún
obstáculo.
Salió de la habitación, en el pasillo
no había nadie. Bajo corriendo por las enormes escaleras y tras pasar por el
recibidor corrió aún más rápido hasta el jardín para montarse en su coche.
Hasta ahora todo estaba saliendo bien,
pero se le había olvidado el vigilante y encargado de abrir la verja de entrada
y salida de los coches.
Al llegar hasta la verja el vigilante
la miro muy sorprendido.
Vigilante: Señora el Señor me dio
órdenes de que no la dejara salir.
Zaida: Si no me abres esa verja, la
tiro a bajo, así que tu veras. ~Con su semblante más serio.
No le quedo otra que abrir la verja,
pero en cuanto Zaida había salido cogió el teléfono para llamar a Alex.
Zaida condujo como una loca hasta
llegar al hotel.
Pregunto en recepción en que habitación
estaba Dani y tras dar un par de billetes le dieron esa información.
Mientras subía por el ascensor intento
relajarse, no quería que Dani se diese cuenta de que algo le pasaba y tener que
contarle.
Llamo un par de veces a la puerta. Y en
apena unos segundo un
Dani con los pelos todos revueltos y con una de sus
típicas camisas de tirantes abrió la puerta.
Sin decir una palabra Zaida se abalanzo
sobre él y lo abrazo.
Dani: Tengo una sorpresa para ti ~Le
susurró al oído.
Ella levanto la cabeza de su pecho y
puso cara de curiosidad.
Dani se apartó de ella y fue hacia una
mesita de noche que había junto a la cama, abrió uno de los cajones y saco un
sobre.
Le dio el sobre.
Zaida: ¿Qué es?
Dani: Ábrelo y lo sabrás ~Sonriendo.
Zaida abrió el sobre. Saco de el una
invitación para una boda.
Siguió leyendo. Y al leer el nombre de la novia los
ojos se le llenaron de lágrimas. Beatriz. Su madre, se casaba. No se lo podía
creer.
Dani: Me llamo hace poco para saber si
la habías recibido, no le conté nada de lo que había pasado, simplemente que te
habías ido de viaje. Me dijo que te había llamado muchísimas veces pero que no
respondías…
Con todo lo que le había pasado se
había olvidado por completo de llamar a su madre.
Zaida levanto la cabeza y miro a Dani a
los ojos.
Dani: Tu madre por fin a encontrado al
hombre la hará feliz el resto de su vida.
Zaida asintió.
Apretó los labios y cerró los ojos unos
segundos lo que hizo que las lágrimas que estaba aguantando escapasen de sus
ojos.
Dani: Hey, ~Cogiéndola de la mano~,
¿Por qué lloras?
Zaida: No puedo más ~Susurrando~,
quiero que todo esto acabe, todo este dolor que siento en mi pecho, ya no lo
soporto más ~Sentía como las piernas le fallaban~, quiero que todo sea como
antes, yo también quiero ser feliz…
Empezó a ver borroso hasta que todo se
volvió negro y sintió como perdía el control de su cuerpo mientras se caía.
Dani la cogió en brazos y la puso sobre
la cama, marco el número de emergencias y dio la dirección del hotel.
Comenzó a ponerse nervioso y sus ojos
estaban a punto de estallar en un mar de lágrimas.
Dani: Zaida tranquila, te vas a poner
bien ~Le decía mientras le acariciaba los brazos.
Entonces se dio cuenta, tenía heridas
en los brazos, moratones, miro sus piernas y de repente lo vio una de sus
rodillas estaba sangrando. Rompió la parte baja del pantalón e hizo lo que puso
hasta que llegaron los médicos.
*** *** ***
Zaida estaba en el hospital.
Los médicos estaban en quirófano con
ella, por lo visto se había dado un golpe muy fuerte en la puerta lo que había
que el hueso se le rompiera y moviera de sitio, lo que hizo que se le rompieran
los tejidos musculares.
Al salir del quirófano el medico quiso
hablar con Dani.
Medico: Hemos conseguido colocar el
hueso en su sitio…
Dani: ¿Entonces se va a poner bien?
Medico: Ha perdido mucha sangre y
estaba en nivel de desnutrición muy alto.
Dani: ¿Qué quiere decir con todo eso?
Medico: Necesitamos suministrarle sangre
de su mismo tipo sino morirá… Pero es que su tipo es muy especial y poca gente
lo tiene por lo que estamos buscando en la base de dato de gente que tenga su
mismo tipo.
Dani: Dios mío…
Medico: Estamos haciendo todo lo que
está en nuestra mano.
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Guapis comentarme el cap eeh (; besitos.