Capitulo. 85
Las cosas no iban bien, como en toda
relación, siempre se mete la pata y en la de Dani y Zaida, ambos habían
cometidos errores.
Errores muy gordos.
Los días pasaron y Zaida no tenía ganas
de nada (Dani estaba igual). Los dos estaban destrozados.
Quizás lo mejor hubiera sido que nunca
hubieran empezado a ser algo más que amigos.
La noche antes de tener que ir a Cádiz
para ver si estaba todo bajo control para la boda no podía conciliar el sueño.
Su mente no la dejaba, y su corazón
mucho menos.
Le dolía el pecho izquierdo, ese es el
dolor del vacío de un amor.
Pero después de un largo rato poco a
poco y sin darse cuenta se fue quedando dormida. Y allí en el país de Morfeo, su corazón le
puso las puntas sobre las ies a su estúpido cerebro.
“-¿De verdad que no puedes perdonarlo?
Vale que lo que te ha hecho es una putada, pero entre tú y yo, tú le has hecho
putadas y guarradas peores y él no ha salido corriendo a la primera de cambio,
no como otras. Y vale que lo que era vuestro comienzo se ha ido a la mierda,
pero lo importante en las relaciones no es el comienzo, si no el preocuparse de
que nunca tengan fin. No seas estúpida que un tío como Dani ya quedan muy pocos
y que te quieran como él, aun menos.
-No quiero hacerle más daño
-¿Más daño? ¿Que el que le has hecho ya y le estás
haciendo? Eso es imposible.
-Podrías ser menos borde no.
-Y tu menos cabrona, que vas de santa y
después mira.
-¿Qué es lo que tengo que hacer
entonces para que dejemos de sufrir?
-Perdónalo, perdónate por todo el daño
que le has hecho y dejar el pasado atrás. Vivir el presente.”
Zaida se despertó de golpe, tenía la respiración
agitada y estaba sudando.
Se levantó de la cama y lentamente se
dirigió hasta el baño. Allí se colocó en frente del lavado y observo su rostro
en el espejo.
Tenía mala cara.
Abrió uno de los grifos, metió sus
manos debajo de este para que se mojasen de agua. Después se pasó las manos por
la cara para espabilarse. Se secó las manos en la toalla que había junto al
lavabo y posteriormente la cara.
Volvió la vista a su reflejo en el
espejo.
Y de repente algo cambio en Zaida que
la hizo racionar.
Rápidamente salió del cuarto de baño y
sin pasar si quiera por su habitación para cambiarse fue había el salón en
busca de las llaves del coche de su madre.
Nada más entrar en el salón las diviso
allí, en aquel cuenco que utilizaban para tener siempre localizadas siempre las
llaves.
Se acercó hasta la mesa y las cogió,
miro las llaves por un par de segundos. No se lo iba a pensar más.
Estaba por salir cuando recordó que
tenía que hacer algo.
Cogió del salón un folio que dejo en la
nevera sujeto por un imán en el que ponía: “Mama, no te preocupes, he ido a
Madrid. Besos –Z”
*** *** ***
Volvió al lugar de origen de todo, de
donde nunca debió irse.
Madrid.
En cuanto entro en la ciudad se sintió
de otra forma, se sentía en casa. Y ya hacia un tiempo que no se sentía así.
Demasiado.
*** *** ***
Cuando por fin estaba delante del piso,
comenzó a pensar que le iba a decir, que palabras iba a utilizar para no
parecer una completa estúpida.
Abrió la puerta del portal. Se detuvo
en el cuándo entro completamente, allí no había cambiado nada.
Todo seguía igual, como debía ser,
bueno, casi todo. Porque ella si había cambiado, después de mucho por fin iba a
dejar de huir. Dejar de ignorar el amor y enfrentarse a él.
Presiono el botón del ascensor y espero
impaciente a que este bajase de la planta en la que se encontrase, las puertas
se abrieron y ellas no perdió apenas segundos para entrar.
Apenas eran unas plantas lo que tenía
que subir pero se le hizo que ese ascensor no avanzaba nunca.
Las puertas se abrieron. Salió del
ascensor.
Estaba frente a su puerta. Decidida llamo al timbre y espero unos
segundos a que abriese. Nadie. Volvió a pulsarlo por segunda vez.
Ninguna respuesta. Le parecía tan
raro que no abriese. Quizás estuviese dormido, ya que él no era muy de madruga. Se agacho y de debajo del felpudo cogió la llave de emergencias.
Al entrar no vio nada. No había nada,
el piso estaba completamente vacío. Salvo una caja de cartón que andaba por una
de las esquinas del salón.
Entro en la habitación de Dani. Vacía.
No hay ni un mísero mueble, se lo había llevado todo, todo menos los recuerdos
que había vivido juntos en esa casa.
Su peor pesadilla se había hecho
realidad.
Se había ido.
No, no, no, porque se va ahora que todo podía ir bien se va puff. Sube pronto!
ResponderEliminarNo, no, no, porque se va ahora que todo podía ir bien?jooo. Sube prontoo!!
ResponderEliminarSube el siguiente capitulo ya!!!! Mi dani no se puede ir asi como asi
ResponderEliminarPorque se va ahora? Noo!!! Sube pronto!
ResponderEliminarSiguela me encanta!
ResponderEliminarSigue por fas
ResponderEliminarPara cuando el siguiente? Me encanta tu novela
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